miércoles, 2 de febrero de 2011

jueves, 13 de enero de 2011

2011

Este transcurrir de historia repetida y desteñida, con aroma a rosas secas que ahí, todavía rojas, le pelean un round a la resignación.

No es que algo esté mal, es simplemente este tiempo, este exacto momento, en el que la historia se agotó de ser releída y los escribas del futuro todavía no aprendieron el alfabeto.

EL ÁRBOL NO DOBLA AL VIENTO

martes, 11 de enero de 2011

Resumen

Mi piel se está cansando y frunce el ceño. Desperdicio en contemplaciones vacuas el tiempo que me queda y lo despilfarro ante los ojos impíos de la vida.
No hay secreto. Hay paz con uno mismo y la inconciente llegada a la meta donde la muerte nos espera para la gran coronación.

martes, 16 de marzo de 2010

prueba Almagro

lunes, 8 de marzo de 2010

Inicio

Cuatro vientos soplaron una noche. Uno tironeaba el fuego de las estrellas; el otro arrastraba el barro de la tierra; el tercero arremolinaba maderas, troncos, palos caídos. Se juntaron, se enredaron y bailaron. El barro cubrió el loco girar de las maderas y fue su piel; el fuego coció la arcilla y se escurrió eterno dentro de la masa amorfa. Cuando todo estuvo listo llegó el cuarto viento lleno de sí mismo, envolvió la materia y, así, comenzó la vida.

sábado, 20 de febrero de 2010

Un beso, tal vez

Que todo se reduzca a no tenerte me parece una precariedad del destino. Una inversión mal hecha es volver a transitar esta dimensión sabiendo que “vos sos y yo se”. ¡Que pérdida, que mal gobierno de las dimensiones superiores, que partida presupuestaria de almas mal asignada! ¿De qué sirve, si de algo sirve, desteñir para que no se note? Aprender a disimular la certeza y que la sabiduría final radique, justamente, en haber arrasado hasta la conciencia con la convicción. Es un desafío desgastante, agobiante y ni siquiera temerario. Es morboso. Al menos podría haberme tocado otro.

Ver la decrepitud avanzar. Hay deformidad en este sinsentido. Busco, me siento, estoy alerta, intento dejar tapado el hueco que me dejaste y cuando puedo, tengo miedo. La palabra, el sentido, miedo al miedo, miedo, miedo, miedo, ¡que miedo! Miedo medio o extremo. Entrega de algo a cambio. Un beso, tal vez. Todo para que sea menos doloroso el caer de la piel, la pérdida del brillo, la necesidad insatisfecha. No tengo nada que decir porque en esta historia lo único que hay es un camino infinito que cada tanto comienza otra vez.