viernes, 28 de noviembre de 2008

Dolores

A cada rato se sale la cascarita de mis dolores y brota un suero rojo que lavo con lágrimas para calmar el desencanto. A veces los dolores se quedan adentro y siento sus cabezas lastimando poros, pujando entre capilares, ahorcando el esófago, raspando las amígdalas. Otras, violentos, patean en el pecho y me dan miedo. Ya probé de todo: los tapo, los ignoro, les hablo, les alquilo películas de desamor y les doy Paroxetina. Pero no se qué hacer con mis dolores. Están siempre disconformes.

1 comentario:

Lola dijo...

Los Dolores somos tremendos en todo sentido pero siempre estamos para decir algo...a veces pavadas.