miércoles, 10 de diciembre de 2008
Tapón
Hay un género de seres tapón. Son mezquinos aunque fingen bondad. Austeros de ideas que disimulan con falsa humildad. Pretenciosos de honestidad. Un poco heterosexuales, también, y muy narcisistas. Viven parasitados en hombres y mujeres inocentes que caminan hacia la felicidad. Eligen, elucubran, miden y mienten hasta descubrir qué le falta a su víctima y ahí se prenden para succionar las virtudes que la vida les negó. Cuando termina (puede durar hasta cuatro años), el ser tapón se desprende y deja un agujero en el pecho de la víctima. Desde ese abismo, el taponado puede al fin ver su alma y ser libre.
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